Inicié mi camino en 2004, movida por el deseo de emprender en un proyecto
que me ofreciera libertad de horarios y la posibilidad de crecer sin un techo
salarial. A lo largo de estos años, he descubierto que mi verdadera pasión no
solo está en los productos Tupperware —que admiro profundamente por su calidad
y utilidad—, sino también en la formación y el acompañamiento de personas.

Disfruto especialmente el desarrollo de equipos, guiando a cada persona
para que descubra y potencie sus talentos. Mi intuición y cercanía me permiten
identificar las fortalezas individuales y transformarlas en oportunidades de
crecimiento profesional. Ver cómo mi equipo evoluciona y alcanza sus metas es,
para mí, el mayor logro.

 Hoy sigo construyendo, cada día, un espacio donde el emprendimiento, la formación y la motivación van de la mano.